Buster Keaton es para mi uno de los mejores cómicos cinematográficos, casi a la altura del mismísimo Charles Chaplin. No me atrevería a hacer una comparación entre ambos, pero en este caso es algo ineludible: si Chaplin superaba a Keaton en el sentido poético de sus interpretaciones, Keaton apostaba a la emoción: su humor es, de hecho, acción pura.
Me gustaría hablaros de quizás la obra más famosa de Keaton, El Maquinista de la General dirigida e interpretada por él mismo en 1927. Esta película muda nos traslada a la historia de un joven maquinista (interpretado por Keaton) cuya vida gira entorno a dos cosas: Su preciada locomotora y una muchacha de la que esta enamorado. Será esta, precisamente, quien le «coaccione» para que se aliste como voluntario justo a las puertas de una nueva guerra, la guerra civil americana. Después de fracasar en su intento de alistamiento y habiendo sido rechazado por la chica por considerarle un cobarde, será testigo de como un comando norteño le hurta su vieja locomotora con su amada en el interior, haciendo así que inicie un viaje tan hilarante como curioso para recuperar lo que le pertenece.
Una de las ventajas de esta película, es que Keaton sabe jugar con el cine mudo otorgándole una versatilidad magnífica, además de inundarla de secuencias de lo más divertidas y sorprendentes que plagan el particular viaje de nuestro personaje de un modo magnífico, y sin contener excesos que reluzcan más de lo necesario.
Y como es costumbre a continuación os dejo la película entera, así que si tenéis una hora libre os recomiendo verla bajo los acordes del piano, seguro que acabareis enamorados de este genio del Séptimo Arte.
mayo 30, 2007 a las 11:58 pm |
Gran aporte khendel