Este pasado viernes se estrenó en nuestro país, como suele ser habitual con algo de retraso, Sympathy for Lady Vengeance, del archipremiado Park Chan-wook. Tuve la suerte de verla hace casi dos años en el Festival de Sitges de 2005, donde se llevó Lee Yeong-ae el premio a la mejor actriz y en el que acudió el director para presentar la película.
Lee Geum-ja ha pasado 13 años y medio en la cárcel, condenada por el secuestro y el asesinato de un niño de 5 años. A pesar de que en la cárcel se comporta como una chica muy formal, buena compañera y con un aire incluso divino, al cumplir su condena sólo persigue un objetivo en la vida: acabar friamente con la vida del hombre por el cual acabó acusada y encerrada por tan grave delito.
Las comparaciones son odiosas, y con Sympathy for Lady Vengeance se corre el peligro de caer en sus redes. Dado a que nos la han vendido mil veces como «la película que cierra la trilogía de la venganza de Park Chan-wook» es inevitable compararla con sus antecesoras: Sympathy for Mister Vengeance y, sobre todo, con la ya casi de culto Oldboy. Y a pesar de que en las tres la venganza sea el vehículo por el cual se mueven sus protagonistas poco más tienen en común.
Quien espere ver una especie de secuela o versión alternativa de Oldboy que se olvide de ello, es mejor que disfrute de la película por sí misma. Si en Oldboy o Sympathy for Mister Vengeance las pocas pero intensas escenas de violencia eran tirando a explícitas en Sympathy for Lady Vengeance encontramos una violencia mucho más sugerida, fuera de campo en la mayoría de casos. Eso hace que el espectador deba imaginarse ciertas cosas, sin duda nada agradables pero que despiertan nuestro morbo, a la vez que nos aterrorizan.
Este tratamiendo de la violencia concuerda mucho con el tono general de la película: elegante, llena de lirismo, con planos francamente bellos y una música que combina a la perfección con lo que se muestra (ya desde su inicio, con unos títulos de crédito magistrales).Si nos emocionó la banda sonora de Oldboy, con Sympathy for Lady Vengeance no quedaremos decepcionados.
Algo bastante destacable de la película, como suele ser habitual en las obras de Park, es cómo se narra la historia. A pesar de que la trama principal de la película es la de la venganza de la protagonista sus secuencias se verán a menudo interrumpidas por flashbacks de los años que pasó en la cárcel y pequeñas historias de las reclusas que allí conoció. Personalmente a mi me gustaron, creo que le dan riqueza a la película y ayudan a tomarse un respiro ante una historia muy intensa que de otra manera quizás se haría cargante.
Otro punto a favor es la capacidad de su director de crear situaciones hilarantes justo antes, después o incluso durante un momento de máxima tensión y dramatismo. Es algo que ya se sugería en sus dos anteriores filmes, pero que aquí llega a su máximo esplendor, lo que provoca momentos de gran surrealismo, tanto para los personajes como para el espectador, que puede llegar a pensar «¿es justo qué me ría con esto?¡soy cruel”.
A diferencia de las otros dos películas en las que había, por así decirlo, una doble venganza, aquí la venganza es algo a una sola dirección y compartido. Aunque la protagonista del filme es la joven Lee Geum-ja encuentra a un grupo de aliados que aunque son gente corriente e indefensa son capaces de ser crueles cuando la situación lo conviene. De ahí lo morboso de la situación del filme, al fin y al cabo podemos llegar a ser más crueles con nuestro verdugo que lo que él lo fue con nosotros.
Respecto a los puntos flacos del filme, resulta absurdo y bastante inocente el porqué la protagonista quiere hacer lo que quiere hacer y que le llevó a sufrir lo que sufrió, algo que ya me pasó hasta cierto punto con los personajes de Oldboy. Eso hace que simpatizemos (por algo ese título, supongo) al cien por cien con la protagonista y que no sintamos el más mínimo aprecio o compasión por la que en principio tiene que ser su víctima (Choi Min-sik, el camaleón coreano por excelencia). Vamos, que el malo resulta muy malo, y no se nos da lugar a la duda, pues se trata de un personaje bastante plano y no tiene las motivaciones que podría tener el antagonista de Oldboy, sin duda un personaje más trabajo y atractivo para el espectador.
A pesar de eso puedo considerar Sympathy for Lady Vengeance una muy buena película, cuidada hasta el más mínimo detalle, y mejor que Oldboy en muchos aspectos, que siempre lo digo, creo que está algo sobrevalorada, quizás porque me sobra ese alto grado de inverosimiltud, buscado, ya lo sé, pero que mí no me atrapó. No quiero entrar en polémicas (soy consciente del cariño que despierta esa película), pero el famoso plano secuencia en el pasillo, con varios esbirros atacando al protagonista me resultó una de las secuencias más poco creíbles de la historia del cine, y tampoco excesivamente magistral en cuanto a técnica.
Además, se agradece una nueva heroïna de cine, a la altura de la Novia de Kill Bill, con la que podemos encontrar cierto paralelismo, pues en ambas hay una alma vengativa y deseosa de recuperar a la hija que les arrebataron por culpa de una traición. Todo y con eso no se justifica el cartel para España, mucho peor que los de otros paises y excesivamente poco inspirado, pero claro, hay que vender la película.
En definitiva, si queréis huir de surferos de plata, ciudadanos amarillos, pingüinos surferos y otras plagas veraniegas, el nuevo filme de Park Chan-wook puede ser una buena alterativa; acción y emoción a flor de piel con pinceladas sangrientas y un sofisticado toque de sombra roja en los párpados de su protagonista. Vengarse pero con estilo.
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