«¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? napalm, hijo, Nada en el mundo huele así. ¡Qué delicia oler napalm por la mañana!. Una vez durante doce horas, bombardeamos una colina y cuando todo acabó, subí. No encontramos ni un cadáver de esos chinos de mierda. ¡Qué pestazo a gasolina quemada! Aquella colina olía a… victoria.
Colonel Bill Kilgore, Apocalypse Now.
Deja una respuesta