Guinea Pig.

Hace unos días hablaba de la polémica película “Holocausto Caníbal”, hoy hablaré de otro filme menos conocido pero que también ha sufrido una gran controversia. Más que una película en sí es una saga formada por 6 mediometrajes que oscilan entre los 45 y los 65 minutos, se trata de la saga nipona “Guinea Pig”.

“Guinea Pig” es una saga que personalmente tampoco he visto, quizás por falta de interés y quizás porque tampoco le ha tenido nunca abasto, aunque hace unos pocos meses la vi en una tienda de Alí Bei en Barcelona en su edición norteamericana pero ha un precio bastante desorbitado (dudo que existan demasiados ejemplares originales en España), aun así todo el mundo sabe que con esto de internet quién busca con verdadero interés algo seguro que lo acaba encontrando… Aun así he creído que la saga merecía tener un lugar en está sección dado a lo grotesca y enfermiza que puede llegar a ser el planteamiento y las formas, y para documentarme he buscado algunos fragmentos que alguien ha subido a Youtube.

Cada una de las películas narra por lo general la historia de una joven que es atrapada por uno o varios verdugos (desde científicos locos a psicópatas) a la cual someten a todo tipo de torturas y vejaciones para posteriormente matarla de una forma sanguinaria y hacer todo tipo de barbaridades con su cadáver. Como veis la cosa no tiene un planteamiento elaborado, aunque supongo que los diferentes directores que han participado en la saga tampoco pretendían centrarse en ello, con una forma narrativa intentando imitar lo documental, lo real, como sí de una “snuff movie” se tratara.

Los filmes se distribuyeron de forma minoritaria en Japón por videoclubs de Cine X, mientras que con el tiempo por su excéntrica y morboso planteamiento comenzaron a llegar a círculos de cine marginal de Estados Unidos y Europa Occidental. Un hecho que le dio bastante fama a la película en EE.UU. fue que tras visionarla en una noche de borrachera el actor Charlie Sheen denunció una de las película ante el FBI como sí todo lo que sucediese en el film fuera cierto. También es difícil explicar como este tipo de películas pueden llegar a ser de culto y tener su propio público, aunque supongo que es todo un producto formado por la voraz sociedad de consumo que existe en Japón, donde la gente quiere las cosas cuanto más rápido posible y donde la gente pide cada vez cosas más fuertes (véase los hentais y los tentáculos o el cine X nipón y la coprofilia). Quizás el mayor símil en Europa sea la alemana “Nekromantik”, una oda a la necrofilia, por lo que esto no es solo extensible a Japón sino a todo Occidente.

En todo caso, tal como podéis comprobar en las escenas que he enlazado los efectos están bastante desfasados y son bastante ridículos, pero en su momento supongo que serían bastante impactantes. Aunque en fin, hoy en día en una sociedad donde se pueda encontrar en Internet una grabación de un joven de 12 años decapitando a un tipo en Iraq, realmente (y tristemente) es difícil que algo nos pueda escandalizar.